martes, 27 de agosto de 2024

Apropiación Tecnológica para Mejorar la Productividad

Uno de los grandes desafíos que afronta Chile y que constituye todavía tarea pendiente frente a los requerimientos de progreso económico y social, es el necesario incremento de la productividad, si lo que se desea es alcanzar un crecimiento más acelerado y consecuencialmente, avanzar más decisivamente hacia el anhelado desarrollo. En efecto, la productividad ha sido un tema de análisis constante debido a su impacto en el crecimiento económico y la competitividad. 


En 2023, el PIB per cápita de Chile se estimó en aproximadamente 16,000 USD, con un crecimiento anual promedio de alrededor del 2,0% en la última década. En un contexto generalizado de bajo crecimiento, la productividad laboral ha mostrado un incremento promedio anual de alrededor del 1,0% en los últimos años, mientras que la productividad total de factores se sitúa en torno a un crecimiento promedio anual del 0,5% en la última década, reflejando claros desafíos de eficiencia.


Resulta claro que estos ritmos de crecimiento no son suficiente para atender crecientes demandas para un desarrollo más acelerado y más aún, si bien la productividad ha mostrado ciertas mejoras, se enfrentan desafíos significativos en adopción de nuevas tecnologías, educación y capacitación y el desarrollo de infraestructura, entre otros ámbitos clave para impulsar la productividad. 


Así, si bien es evidente que los avances tecnológicos de la era digital han revolucionado la fisonomía del trabajo, así como muchos otros ámbitos de la vida cotidiana y en Chile, las tecnologías digitales han mostrado un impacto significativo, la brecha de avance es todavía notoria en lo que a uso productivo de las nuevas tecnologías se refiere y ello, a pesar de que el contexto de trabajo remoto aceleró su exploración de manera particularmente relevante durante la pandemia de COVID-19, acelerando muchos procesos de aplicación de las tecnologías en muchas empresas y organizaciones. 


No obstante, es en el plano de apropiación tecnológica, donde emerge el desafío más significativo con que las nuevas tecnologías digitales señalan a Chile. Entendida básicamente como la adopción y uso productivo de tecnologías digitales por parte de individuos y organizaciones, se hace preciso reafirmar que no basta con la mera implementación y disponibilidad de herramientas tecnológicas, sino más bien con una formación y adaptación cultural profunda para efectivamente explorar el potencial de productividad que presentan. 


En efecto, aun cuando la disponibilidad de dispositivos y conectividad es esencial, sin una impronta cultural de productividad y una coherente estrategia de desarrollo funcional a la cultura local, todo esfuerzo de inversión en tecnologías se vuelve inconcluso e ineficiente, más cuando estas tecnologías presentan elevado potencial de uso meramente recreativo, pudiendo a la postre propiciar desconcentración de esfuerzos y falta de focalización en lo productivo.


Por ello la educación y formación del capital humano es particularmente importante para un uso productivo de recursos digitales y es ahí el rol singular con que la educación superior se ve signada en nuestros territorios, donde el objetivo no es otro que avanzar pertinentemente hacia una apropiación tecnológica más adaptada y funcional a la realidad cultural y territorial.


No hay comentarios:

Publicar un comentario